Arrancando destino – Juliana Santacruz
¿Sera que tu día empieza en muy Buenos días y termina en muy Buenas noches?
O será que quieres saber en que te fue mal o por que tienes bolas en los ojos en vez de ojeras o a preguntarte cuanto vas a vivir o cual será tu futuro amoroso o tu situación económica o si esa sensación de querer hacer algo y no poder, de decir hoy empiezo y no empezar, ¿será que esta escrito en la palma de tus manos? Este dibujo corporal que te impone límites, te puede dar respuesta a esa sensación de querer hacer algo y no poder, de decir hoy empiezo y no empezar. “Sus manos son el mapa de su vida, en ellas podrá ver la forma en que ella se proyecta, su carácter, su personalidad, infancia, condición económica, familia, vida sentimental, talento, felicidad y destino” Per si miras la palma de tu mano y no dice nada, (pero que va decir, si a nadie le gusta escuchar, lo que el hombre busca no es conocimiento, es especulación, nada seguro, solo verdades lo suficientemente sólidas pero no tanto para no poder cambiarlas, y la mano no le permite eso, lo que esta allí es lo que es) Entonces, quítese ese destino tan horrible que le toco, yo se que Ulises no pudo, pero tu si, tu si. Échese colbón en la palma de la mano, esperé a que se seque y arránquese el destino de un solo sopetón. Arrancar destino consiste en eso, en esa metáfora de poder jalar fuera de nosotros el camino que nos ha tocado, como personas, como pueblo, como raza. Es arrancar esa inconformidad de la que estamos llenos, es tener la oportunidad de empezar de nuevo de cero. “La table rase”….es echarse colbón en las manos, arrancarse las líneas del porvenir y permitirse empezar, como el ave fénix, una segunda vez. Al remover el pegamento de las manos queda una membrana, como un pedazo de piel, un testimonio de lo que somos pero no seremos. Una cirugía metafórica, un juego de niños que nos permite volver a no saber, solo eso, no saber.
Arránquese su futuro y en el 2011 solo sea: FELIZ.
Maestro Jorge: Felicitaciones por esta página tan sentida y tan llena de pertenencia. Yo, que no soy de aquí pero que quiero a esta tierra como si fuera mía, me sentí emocionado y orgulloso de vivir en Cali. ¡Qué alegría contar con una publicación como esta!
Rafael Araújo Gámez