LEE 202. Manuela mi amor

Contenido.

  1. Ciudad y sentimiento. Jorge Santacruz
  2. No es como lo cuentan. Jairo Ruiz
  3. Jorge Luis Borges
  4. Damas y caballeros, con ustedes…Recordando a Paquito Guzman. Jorge Santacruz
  5. No eran reyes ni tres: la verdadera historia de los reyes magos. El Comercio-Lima, 7 de enero de 2022

1.CIUDAD Y SENTIMIENTO.

Sobrevivimos.

¡¡¡Es un niño!!!… vociferó la partera (porque antes… era con partera) claro que no importaba si fue niño o niña, para lo que le esperaba lo mismo daba. El género en este caso no importaba. Lo importante era a lo que se enfrentaría, lo que se le venía. Y en esa batalla sobrevivir sano o simplemente sobrevivir era lo más importante.

¡¡¡Cúbralo bien no se vaya a resfriar!!!  gracias a dios nos fue muy bien. Esta sanito. Como se parece al papa… y eso que acababa de nacer. Con esas palabras empezaba el olvido para la criatura y la madre, de a quien le acaban de dar las gracias.

Cólicos, vómitos y un concierto de 24 horas de llanto en Do mayor … y la desesperación de la madre que no sabía a quién hacerle caso, si a la mamá, a la tía, a la comadre, que, aunque no habían bautizado a la criatura ya estaba ofrecido y se sentía con más derechos que la mamá, o a la infaltable vecina, que casi siempre con un conocimiento de todo lo relacionado con la crianza de los niños, dada su experiencia en esos menesteres. Con eso se empezaba, con cólicos, vómitos y conciertos.

Mire vecina, como se le tuercen los ojitos a la pobre criatura, esta palidito, yo le dije: no deje entrar tanto novelero a ver a la criaturita, ya le pegaron el “mal de ojo” y como usted no le compró las “shaquiras “para protegerlo, pues se le enfermo. Pero tranquila, yo conozco una persona que se lo salva. Eso sí, hay que correrle para evitar una tragedia.

Y de esa se salía, pero se quedaba con una deuda de gratitud a la vecina y a la que “salvo” a la criatura, “porque me lo trajeron bien malito” “pobrecito” había dicho la salvadora.

Pero de la que no se salvaba era de la “chumbada” Hay que chumbarlo para que no salga “cazcorvo”

Tan bello que queda, parece un tabaco. Bien chumbadito.

Y el concierto ya no es de cólicos sino de la salida de los dientes. Diente en “Mi” Y esto ya va cogiendo otro rumbo.

Y va creciendo el mucharejo y cada día menos parecido al papa. ¿A quien es que se parece? Todavía está muy chiquito, hay que esperar a ver. Y mientras tanto lo seguían alimentando con colada de plátano seco al sol y molido. Claro que a algunos le daban “Farina” Si su niño no camina, caminara con “Farina”

Déjelo que coma de todo…hasta tierra, que eso es bueno para las defensas.

Y esto era tan impredecible que hasta algunos se les volteaba el cuajo y se les quebraba el vaso

Que defensas iban a ver si lo que faltaba era la “pesada”: el sarampión, la viruela, la rubeola, el polio, las lombrices, la tenía, los piojos, las liendras, sabañones, pulgas y niguas, paperas, nuches, nacidos, orzuelos, carranchil para los pobres o escabiosis para los ricos. Y para mitigar todo lo anterior sin tener en cuenta el orden de ellas: el rey Vick VapoRut, la pomada “cúralo todo” aquella del señor de la cajita con culebra; corrance o saco la culebra… quieta margarita, jabón de tierra, menticol, velas de cebo, emulsión de Scott, leche de cabra con excremento de chivo, mertiolate, agua oxigenada, especifico y después… solo lo salvo: la mano de dios.

Jorge Enrique Santacruz

Manuela mi amor

Carta de Simón Bolívar a Manuela Sáenz

(La Magdalena, julio de 1826?)

(A Manuela Sáenz)

Mi adorada:

(…) Diga Vd. la verdad, y no se vaya Vd. a ninguna parte: yo lo quiero resueltamente.

Responde a lo que te escribí el otro día de un modo que yo pueda saber con certeza tu determinación.

Tú quieres verme, siquiera con los ojos. Yo también quiero verte, y reverte y tocarte y sentirte y saborearte y unirte a mí por todos los contactos. ¿A que tú no quieres tanto como yo?

Pues bien, ésta es la más pura y cordial verdad. Aprende a amar y no te vayas ni aun con Dios mismo.

A la mujer ÚNICA como tú me  llamas a mí.

Tuyo

Bolívar

Manuela Sáenz

2.No es como lo cuentan: Jairo Ruiz

Jairo Ruiz

  La llamaban “la forastera”,  “la Mesalina” y otras cosas peores. Cuando Lima se amotinó contra Bolívar, ella se disfrazó de hombre, y recorrió los cuarteles con una bolsa de dinero y una pistola; aquí en Bogotá se pasea vestida de Capitana, escoltada por dos negras que llevan uniforme de húsares y hace unas noches fusiló un muñeco de trapo bajo un letrero que decía: “Francisco de Paula Santander, muere por traidor.”

Estos son apartes de una carta a su esposo James Thorne:

       “…yo sé muy bien que nada puede unirme a él bajo los auspicios de lo que usted llama honor. ¿Me cree menos honrada por ser el mi amante y no mi esposo?

¡Ah! Yo no vivo de las preocupaciones sociales inventadas para atormentarse mutuamente. Déjenme usted mi querido inglés. Hagamos otra cosa: en el cielo nos volveremos a casar, pero en la tierra no.”

Ahora ya no viste de capitana ni dispara sus pistolas, ni monta a caballo. No le sirven las piernas que no soportan su gordura. Pero, sentada en su sillón de inválida como si fuera un trono, pela naranjas y guayabas con las manos más bellas del mundo, mientras espera la muerte desterrada en el puerto peruano de la bahía de Paita, vive de preparar dulces y conservas de frutas que gozan de gran fama y  atraen a marineros de alta mar.

  Al caer la noche, se divierte arrojando desperdicios a los perros vagabundos que ella ha bautizado con los nombres de los generales que fueron desleales a su amante: Santander, Páez, Córdova, Lamar y Santa Cruz   se disputan las sobras mientras ella ríe tapando con su abanico la boca sin dientes.

  Desde el pueblo de Amotape viene a veces su viejo amigo: el andariego Simón Rodríguez. Los dos fuman, charlan y callan.

Son las personas que más quiso Bolívar: su maestro y su amante. Cambian de tema si el nombre del héroe se cuela en su conversación.

  Cuando don Simón se va, Manuela pide que le alcancen el cobre de plata y lo abre con la llave que lleva escondida en su pecho y acaricia muchas veces las muchas cartas que Bolívar escribió “a la única mujer”. Lee  en los gastados papeles: “Quiero verte y reverte y tocarte y sentirte y saborearte…”

Entonces pide el espejo y se cepilla largamente el cabello, por si él viene a visitarla en sueños…

(La Libertadora del Libertador: Alfonso Rumasa González Caracas, Madrid. Mediterráneo 1979)

3.JORGE LUIS BORGES.

Jorge Luis Borges
(Buenos Aires, 1899 – Ginebra, Suiza, 1986) Escritor argentino considerado una de las grandes figuras de la literatura en lengua española del siglo XX. Cultivador de variados géneros, que a menudo fusionó deliberadamente, Jorge Luis Borges ocupa un puesto excepcional en la historia de la literatura por sus relatos breves.
Aunque las ficciones de Borges recorren el conocimiento humano, en ellas está casi ausente la condición humana de carne y hueso; su mundo narrativo proviene de su biblioteca personal, de su lectura de los libros, y a ese mundo libresco e intelectual lo equilibran los argumentos bellamente construidos, simétricos y especulares, así como una prosa de aparente desnudez, pero cargada de sentido y de enorme capacidad de sugerencia.
Recurriendo a inversiones y tergiversaciones, Borges llevó la ficción al rango de fantasía filosófica y degradó la metafísica y la teología a mera ficción. Los temas y motivos de sus textos son recurrentes y obsesivos: el tiempo (circular, ilusorio o inconcebible), los espejos, los libros imaginarios, los laberintos o la búsqueda del nombre de los nombres. Lo fantástico en sus ficciones siempre se vincula con una alegoría mental, mediante una imaginación razonada muy cercana a lo metafísico.
Ficciones (1944), El Aleph (1949) y El Hacedor (1960) constituyen sus tres colecciones de relatos de mayor proyección. A pesar de que su obra va dirigida a un público comprometido con la aventura literaria, su fama es universal y es definido como el maestro de la ficción contemporánea. Sólo su ideario político pudo impedir que le fuera concedido el Nobel de Literatura.

Ausencia

Habré de levantar la vasta vida 
que aún ahora es tu espejo: 
cada mañana habré de reconstruirla. 
Desde que te alejaste, 
cuántos lugares se han tornado vanos 
y sin sentido, iguales 
a luces en el día. 
Tardes que fueron nicho de tu imagen, 
músicas en que siempre me aguardabas, 
palabras de aquel tiempo, 
yo tendré que quebrarlas con mis manos. 
¿En qué hondonada esconderé mi alma 
para que no vea tu ausencia 
que como un sol terrible, sin ocaso, 
brilla definitiva y despiadada? 
Tu ausencia me rodea 
como la cuerda a la garganta, 
el mar al que se hunde.

4.Damas y caballeros, con ustedes………

Acordarse es volver a vivir.…

La vida con su acelerada rutina nos aleja constantemente de esa reflexión, pero no es que se quiera  decir que no es que se olvide o se haya olvidado… Es  en este caso, pensar sin pensar en lo que se ha vivido. ¿Por qué? ¿Para qué reflexionarlo? A veces se piensa  que  nos empeñamos en ello, porque secretamente anhelamos, en esos días muy especialmente felices o melancólicos, con una situación  que siempre nos parecerá aún en la distancia del tiempo, muy importante, y que la vida parece habernos arrebatado. Entonces recordamos por e l gusto de sentirnos de nuevo,  de  retomar las cosas que eran nuestra vida y que por importantes…. Recordamos.

Porque es cierto, nada se graba más a fuego en nuestro corazón que aquello  que no pudimos retener…

Diríamos entonces que el término recordar es vivir; es una forma poética de decir: que los recuerdos gratifican el presente y nos hacen apreciar lo que tenemos.

Se  cree  que por propia defensa, en  la mente se quedan las cosas buenas del pasado y, se olvidan las penas o al menos se recuerdan mucho más suaves y amortiguadas. Así que cuando decimos recordar es vivir….es vivir de nuevo las cosas buenas que han pasado en nuestra vida

Al escuchar una canción y muchas veces identificarla con un intérprete  en especial,  se ve el tiempo rescatando el olvido. Canciones e intérpretes   que parecen estar siempre allí, que emergen  en los  días de nostalgia, en los  días de entusiasmo, porque cuando se  siente tristeza se  quisiera volver sobre los días en que fueron escuchadas y, cuando la felicidad se desborda se  quisiera también retomar los días en que se escuchaban. Y con más empeño cuando las volvemos a escuchar y nos damos cuenta que no hemos renunciado al pasado, que no hemos renunciado a esto o aquello,  aunque mucho lo hemos deseado.

 Hay canciones e intérpretes  que deseemos volverlos a oír siempre y, a los cuales no hemos renunciado a pesar del paso de los años. Ha  ocurrido, y  es ahí en donde la memoria aparece  rescatando  del olvido de algo o de alguien que parece estar siempre allí, que emergen  de la nostalgia y del  entusiasmo, porque cuando se siente tristeza se quiere  volver sobre los días en que se fue  especialmente feliz… Y cuando esta  desbordante de felicidad, se  quisiera también retornar a los días en que se  sonreía.

Las canciones y los intérpretes  nos  conectan  con mil historias que fueron trascurriendo  por la vida, dejando  recuerdos que por momentos… humanos somos, quisiéramos dejar atrás… ¿De qué sirve recordar? Quizá no sirva de nada, pero… recordar es volver a vivir, se dice  y es cierto… ¿No se han visto recordando algo con especial  sentimiento al escuchar tal o cual canción o interprete?   Empeñados en retomar aquel momento especial,  aquel recuerdo feliz o quizá desdichado…

No nos olvidemos de recordar.

Recordando a PAQUITO GUZMAN

5.No eran reyes ni eran tres: la verdadera historia de los Reyes Magos

Expertos desentrañan los relatos y tradiciones que rodean a estas figuras bíblicas

Melchor, Gaspar y Baltazar, los tres reyes magos que fueron desde oriente,guiandose por una estrella,hasta Belén. La historianos suena a todos, pero… ¿cuantos eran de verdad? ¿ Eran en realidad reyes?

El primer fin de semana del año siempre se celebra como un puente festivo en Colombia. La razón es la conmemoración religiosa que marca el final de la temporada navideña y que representa uno de los episodios más importantes en torno al nacimiento de Jesús: la visita de los Reyes Magos.

Este pasaje, lleno de simbología y que ha servido como una de las primeras muestras de divinidad encarnadas en Jesús tras su nacimiento, con el tiempo se ha convertido en toda una festividad alrededor de la cual se tejen todo tipo de tradiciones en diferentes latitudes del mundo.

Pero a la figura de estos tres personajes le precede un halo de misterio y todo tipo de leyendas, suposiciones, tergiversaciones, exageraciones e imaginarios, construidos a lo largo de los siglos en los que el cristianismo se ha dado forma.

”La de los Reyes Magos es una de las historias más fascinantes que hay en el mundo cristiano. Y no es por lo que la Biblia nos cuenta de ellos, que en realidad es muy poco, sino por todo lo que la Iglesia y los creyentes han concebido respecto a su figura”, explica Luis Esteban Castro, doctor en teología y especialista en historia del cristianismo.

Para el experto, “su presencia en el evangelio de Mateo, el único que los menciona, es meramente para enfatizar y dar explicación a dos aspectos: la divinidad de Jesús, expresa aún antes de su nacimiento, y la masacre de los inocentes, que en el relato bíblico está asociado con los Reyes. Pero su paso por las escrituras corto y vago, y la mayor parte de lo que se sabe (en realidad, se cree saber) de ellos es resultado de siglos de tradiciones y posturas oficiales de la Iglesia, no corroborables con la Biblia, pero importantes en la cosmovisión cristiana, tal como sucede con la Virgen María”.

Ni reyes ni magos

.”Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos, diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle”. Así inicia Mateo capítulo 2, el único pasaje en el que se menciona la existencia de los Reyes Magos.

Y llama la atención que no se les menciona como reyes, no se dice que fueron tres ni que llegaron al pesebre y mucho menos sus nombres.

Lo que sí ocurre es que se les menciona como magos. Aunque esta palabra, en su versión original en griego, idioma en que se escribió el nuevo testamento, no habla específicamente de alguien que utilice la magia.

”La Septuaginta, la biblia griega, usa el término ‘magós’, que no solo hace referencia a un practicante de la magia, sino a un sabio. Y esto encaja perfectamente con la descripción de lo que ellos hicieron: seguir una estrella desde Oriente. Es decir, la principal teoría es que serían astrónomos o astrólogos que vieron señales en el cielo”, explica Castro.

Pero existe otra posible explicación. De acuerdo con los comentarios del escritor José Luis Sicre, otra teoría radica en el momento en que se escribió el evangelio de Mateo, entre los años 70 y 110 d.C. En esta época, el cristianismo se expandía más entre gentes de otras naciones que entre los mismos judíos.

Así las cosas, la inclusión de unos magos o sabios de Oriente era una forma de explicar primero que el mensaje de Jesús era para todas las nacionalidades y también a modo de llamado de atención a los propios judíos por su incredulidad.

Ahora bien: ¿De dónde surgió que eran reyes? Según le cuenta EL TIEMPO el historiador mexicano de la Iglesia, Alfredo Salgado, “entre los siglos III y IV empezamos a ver las primeras menciones a ellos como reyes, y todo fue en medio de una lucha contra el paganismo. No estaba bien visto nombrarlos como magos, por lo que, dado el lujo que representaban sus regalos, se les empieza a llamar ‘reyes de Oriente’ o ‘santos reyes’”.

Melchor, Gaspar y Baltasar

Según explica Salgado, fue alrededor de estas fechas cuando también se empezó a decir que eran solo tres, uno por cada uno de sus regalos. Pero esto no siempre fue así. De hecho, aún persisten tradiciones de las iglesias ortodoxas sirias y armenias que consideran que se trató de 12 magos.

Pese a ello, en la iconografía de la época persistió su personificación en tres figuras, todas ellas, hasta el momento, bastante similares, y en el siglo V el papa León I estableció oficialmente en este su número.

Pero fue en el siglo VI cuando apareció un fresco en la Iglesia de San Apolinar Nuovo, en Rávena, Italia, en el que los tres Reyes Magos fueron nombrados por primera vez: Gaspar, Melchor y Baltazar.

Según explica el papa Benedicto XVI, recuerda Salgado, con el paso del tiempo se empezó a dotar de características distintas a cada rey. Al principio eran sus ropas, que eran propias de una época diferente.

Pero en el siglo XV se les dio su imagen característica, que se define por sus rasgos físicos propios de los entonces ‘mundos’ o ‘razas’ conocidas: europeos, asiáticos y africanos. Es entonces cuando aparece por primera vez un rey mago negro.

”Y acá hay algo muy curioso. De todos los nombres, tal vez el que se nos hace más raro es Melchor. Baltasar y Gaspar suenan más a europeo o de Medio Oriente, y por eso en Colombia muchos asociamos a Melchor con el rey negro. Pero no es así, realmente el rey negro es Baltasar”, dice el experto.

Al provenir de diferentes regiones, explica Benedicto en su libro ‘La infancia de Jesús’, hubo artistas que dejaron de representar a los reyes solo con camellos para utilizar un caballo (Melchor, el europeo), un camello (Gaspar, el asiático) y un elefante (Baltasar, el africano).

Incienso, mirra y oro

Los presentes llevados por los magos al niño Jesús sí son mencionados por la Biblia. Se trata de incienso, mirra y oro, tres sustancias sumamente costosas para la época y con las que se cree que José y María pudieron sostenerse económicamente en su exilio en Egipto, donde huyeron para evitar la muerte de su hijo a manos de los soldados de Herodes.

Pero no es casualidad que hayan sido estos los regalos. Si la cuestión era económica, bien pudieron obsequiarle a la Divina Familia dinero nada más. En cambio, cada uno de ellos representa un aspecto de la vida e imagen de Jesús.

El más fácil de identificar es el oro. Este metal precioso en numerosas culturas ha sido sinónimo de riqueza y, por lo tanto, de realeza. Representa el carácter real del niño. No en vano al mesías se le denominaba también el ‘Rey de los judíos’.

Por su parte, el incienso es una sustancia muy aromática que era (y es) utilizada en ceremonias religiosas y es símbolo de espiritualidad. “Su presencia entre los regalos denota la naturaleza divina de Jesús. Cabe aclarar que los judíos en esa época utilizaban el incienso a manera de ofrenda de alto nivel a Dios. Dar esto al niño implicaba que era digno de recibir la misma honra que Dios”, dice Castro.

Y por último, la sustancia menos conocida de todas: la mirra. Es una resina gomosa, propia de la región arábiga, con un fuerte olor, por lo que su valor radicaba en su uso en la elaboración de perfumes.

Pero también era utilizada comúnmente para embalsamar muertos. Y es precisamente esta propiedad la que los intérpretes de la Biblia usan para explicar su inclusión en el evangelio. Se trata de un presagio de la pasión que Jesús atravesaría, un regalo que anunciaba la importancia de la muerte en su misión en la Tierra.

”Todo esto tiene un trasfondo adicional, y es que el evangelio de Mateo tiende a tratar de contrastar cada evento con alguna profecía sobre el mesías en el Antiguo Testamento. Muchas de ellas hablan de reyes que se postran ante él y que le dan obsequios”, comenta el teólogo.

¿Un cuarto rey mago?

Como ya se dijo antes, no se sabe el número real de magos que visitaron al Niño Jesús. Sin embargo, como la tradición dice que fueron tres, han surgido varias leyendas acerca de un cuarto Rey Mago que no pudo presentarse ante el mesías.

La más famosa de las historias, no obstante, no se trata de una leyenda sino de un cuento navideño del año 1896, escrito por el teólogo presbiteriano estadounidense Henry van Dyke, el cual muchos han empezado a tomar como ciertos o parte de la tradición cristiana, pese a tratarse de un relato de ficción.

Dicho cuento narra la historia de Artabán, otro supuesto rey mago que, supuestamente, nunca logró encontrarse con Gaspar, Melchor y Baltazar.

Sus ofrendas eran tres: un diamante, un rubí y un jaspe, tres piedras preciosas. En lugar de entregarlas a Jesús, las fue entregando una a una a personas necesitadas que encontró en su camino.

Al final, y tras pasar 30 años en prisión, Artabán finalmente ve a Jesús en el momento de su pasión y crucifixión.

Deja un comentario