Contenido
1. Cali, ¿Ciudad Tolerante?
2. Compromiso individual frente al civismo.
3. Civismo como una cultura más allá de la conservación.
4. “Cali, Chipichape y Yumbo”
5. Juanchito.
1. CALI ¿CIUDAD TOLERANTE?
Gustavo Restrepo
No es un misterio que desde hace tiempo (hasta llegar a la actualidad) se ha venido presentando fenómenos desastrosos que atentan contra la moral de personas, cuyo pensamiento ha tomado un perspectiva fuera de las masas forjando así diferentes proyectos de vida y cuestionando conceptos tan esenciales para la convivencia en sociedad, como lo es la normalidad refiriéndonos a la estética y comportamiento.
Como siguiente punto, se expondrán diferentes situaciones que envuelven una problemática en común, como se manifiesta y afecta a la estabilidad de una convivencia estable.
En la sociedad podemos ver claramente diversas expresiones de intolerancia que son reflejadas violentamente, arriesgadas y absurdas, sin una argumentación que pueda crear un nuevo postulado de lo que es la verdad. La libertad de expresión, el derecho a la paz y expresarse han sido corrompidos por un genio maligno que no solo quebranta estos conceptos sociales, sino también, el libre albedrío propio de la naturaleza humana se ve abolido y sacado completamente del contexto. Los principales “causantes” de estas reacciones negativas han sido vistas como minorías que atentan contra la moral y hacen perder el equilibrio de lo establecido en lo social.
Pero ¿por qué se pierde el equilibrio de la convivencia? o podemos preguntarnos mejor, ¿En qué está basado dicho equilibrio? En la ciudad de Cali, como en todo Colombia, se presencia el subdesarrollo, aunque haya cierto avance por cuestiones del tiempo y las actividades políticas, económicas y sociales, se puede ver cierto atraso en la visión con respecto a lo cultural y a la convivencia. Aun vivimos en un país donde las parejas homosexuales son vistas con repulsión y odio, las razas son marginadas, las mujeres no son vistas como un ser capaz al igual de los hombres, personas quienes tomaron la decisión crear a partir de la modificación de su cuerpo se vean incapaces de ser empleados en órganos empresariales o viven en la humillación constante por el hecho de crear un nuevo concepto de lo que es la estética.
Existen personas que aún tienen el pretexto de la decencia y lo que es correcto se basa en lo tradicional, y no ven que los avances con respecto al tiempo, los cambios de pensamiento y formación de la sociedad nos llevan a que una generación no comprende a la siguiente, precisamente por los cambios, manifestando que los valores, los derechos a la libre expresión y planeación del proyecto de vida de algunos individuos (discriminados) se vean atentados por parte de una sociedad que teme a lo que desconoce y se cierra en la ignorancia. Aquí tiene la razón y tiene voz, voto y oportunidades aquella figura de cabello corto, saco, corbata, sin un desarrollo de criterio que vaya más allá de con lo que fue criado, siendo un robot más, un ejemplar de la falta de expresión particular, un desastre más de la monotonía. Claro que si hacemos un poco de memoria a unos años atrás, podemos recordar alguna que otra enseñanza escolar, de nuestros padres, abuelos o aquella figura de autoridad con la que tuvimos el compartir de enseñanzas e ideas, recordaremos cosas como el respeto es algo que debe aplicarse para quienes son considerados iguales y ejerzan el mismo grado o mayor de respeto; en pocas palabras, “si quiere que lo respeten, respete a los demás”. Muchos de nosotros fuimos criados con postulados como este, donde lo que llegamos a concluir, y si no lo ha hecho querido(a) amigo(a) lo invito a que abra los ojos, que debemos esperar a que nos respeten para respetar, ¿no debería haber respeto siempre aunque no se reciba? ¿Demostrar que es un ser racional y comprende los valores humanos no es lo importante para el desarrollo de su criterio?
Es un asunto relativo al nivel de educación que reciben las personas, no sólo en las instituciones, sino en su mismo entorno familiar y contexto social. Que aunque existen mínimos que todos deben cumplir, hay muchas personas que por X o Y motivo las aplican o no de manera diferente atentando contra la libertad, la dignidad y el entorno de vida de otras personas. No debe ser interpretado como un valor de dar para recibir, sino una posición de criterio individual y expresarlo sin importar circunstancias en donde este no sea recibido. Parafraseando a Norbert Elías, la civilización establecida con un conjunto de normas para la convivencia basándose en los valores humanos se basa en la educación y los métodos que se usan para llegar a esta y así mantener un nivel estable entre la adaptación de las personas.
Los intentos de incentivar el buen comportamiento, de quienes tienen la concepción tradicional y atentan contra las demás quienes tienen un criterio diferente, que manejan un discurso de expresión y buscan así mismo como darse a expresar manteniendo su libertad en su proyectos de vida con el entorno, y campañas que en el caso de este país han sido bastante deficientes aunque ayudan a unos pocos, son muchos los que todavía no cumplen ni respetan lo que no es o son ellos, no recae en solo la problemática entre los individuos sino en las acciones poco organizadas o realizadas con una menor envergadura por una jerarquía de importancia entre las demás problemáticas a tratar.
2. COMPROMISO INDIVIDUAL FRENTE AL CIVISMO
José Argemiro Acevedo
“Tenemos democracia, pero no tenemos ciudadanos. Tenemos una carga infinita de derechos, pero ninguna conciencia de las obligaciones. Campeones del reclamo, nulos en la responsabilidad” – Civismo inexistente y falta de compromiso” (Corral Fabián.)
A diario son comunes las noticias relacionadas con actos de intolerancia, no solo a nivel de Cali, sino en toda Colombia e inclusive en muchos países del primer mundo. Los índices de violencia asociados a actos de este tipo son altísimos, reflejando como predominan las conductas de tipo asocial.
En este mundo globalizado, las sociedades, en especial las que cuentan con un mayor desarrollo económico, se encuentran enmarcadas en un contexto multicultural, racial y religioso. Esto resulta un reto mayor para la convivencia y el civismo, sin contar con todos los medios y tecnologías de comunicación disponibles, que pueden ser usados para promover conductas a favor de la tolerancia y el respeto, contribuyendo a educar en forma positiva, pero sin embargo muchos de estos medios por el contrario, son usados en forma negativa, generan e incentivan aún más a la violencia. Desafortunadamente abundan acciones de este tipo.
A nivel cultural en toda sociedad, existen un conjunto de valores y comportamientos enmarcados por la moral y buenas costumbres, inclusive se manejan un conjunto de patrones y normas básicas para el respeto y la convivencia. Primordialmente sobre la familia, como núcleo y célula primigenia de la sociedad y el estado, se centra la labor de educar y formar desde temprana a los futuros ciudadanos, se busca que sean íntegros, para esto, en muchas ocasiones se propician ambientes de convivencia pacífica, de respeto por los demás, se incentiva la tolerancia, entre otros muchos esfuerzos para lograr la sana convivencia.
Es importante reconocer estos esfuerzos, además que existen muchos medios para promocionar conductas positivas, respeto por los demás, tolerancia, etc. Al igual que también se emplean muchos espacios para promocionar conductas contrarias. Pero es cada persona, quien en últimas decide si respeta y se ciñe a las normas de conducta necesarias para asegurar los mínimos niveles de convivencia en la comunidad en la que vive.
Está en la conciencia y estructura moral de cada ciudadano el seguir un comportamiento cívico, su actitud frente a las normas y las demás personas, va a reflejar su nivel de responsabilidad y compromiso frente a los derechos y deberes que como miembro de una sociedad adquiere y asume.
En estos días se mencionan y promocionan en diversos medios de comunicación, un conjunto de campañas publicitarias, en donde se resaltan un conjunto de derechos, de los cuales los ciudadanos deben exigir su estricto cumplimiento, pero poco énfasis se hace en los deberes que los ciudadanos deben cumplir y respetar. Contribuyendo en gran medida a generar un ambiente de irresponsabilidad, no existe conciencia de las obligaciones, se promulga el bienestar individual sobre el bien colectivo, por ejemplo todo ciudadano tiene derecho a divertirse, pero también existe el derecho al descanso y a la tranquilidad.
Todos los ciudadanos deben ser conscientes de cómo por tratar de imponer su bienestar sobre otras consideraciones, pueden agredir la libertad de los demás habitantes de su ciudad. No existe ningún tipo de compromiso por parte de las personas, para con el entorno y ambiente, en el que no solo viven, sino que se desarrollan y relacionan como individuos autónomos e independientes, pero necesitados de estar en relación con otros y vivir en comunidad.
En muchas ocasiones se critica el papel desempeñado por las instituciones y diversos organismos pertenecientes al ámbito público y privado. Se critica su falta de gestión, liderazgo, ineptitud y lentitud para responder a diversas problemáticas, inclusive a nivel público, en el ámbito político, se critica mucho la falta de expedición de leyes, reformas, decretos, resoluciones, etc. Pero si se analiza adecuadamente la problemática de falta de civismo, esta se relaciona con las personas y sus actitudes, el problema no es de leyes, sino del incumplimiento de estas.
Así mismo es necesario considerar que detrás de todas las diversas instituciones tanto públicas como privadas, en su funcionamiento están involucradas personas, su eficiencia o ineptitud, refleja el carácter y calidad del personal que trabaja a su interior. Pero no se trata de la ineptitud de cargos o mandos medios, el problema trasciende a las altas esferas, las elites y los dirigentes, quienes tienen en sus manos una gran cantidad de recursos disponibles, no solo a nivel económico, sino que también a educación de primera, estos dirigen y manejan al país, sus valores, honestidad y calidad como personas, van a ser fundamentales en el bienestar de la inmensa mayoría o por el contrario en el deterioro de sus condiciones de vida.
Es claro que la actitud de las personas, sus valores y compromiso, determina el rumbo de una sociedad entera, desafortunadamente en las estructuras más básicas de su carácter y personalidad, se encuentran arraigados comportamientos que van en contra del civismo, y sus deberes como ciudadanos, tal es el caso de la cultura tributaria, son comunes la situaciones en que los ciudadanos evaden sus obligaciones, y no solo eso, esto genera cierta complacencia y aceptación por parte de las demás personas. Esta clase de situaciones permiten medir y evaluar el grado de pérdida de civismo en que está envuelta una sociedad.
La falta y pérdida de civismo va relacionada con la supremacía del individualismo, EL la cual va en perjuicio de los derechos de los demás. El hombres es por naturaleza un ser social, no puede aislarse de su entorno, por el contrario debe aprender a convivir, en una armoniosa relación con su comunidad y los demás miembros pertenecientes a esta.
El comportamiento de los ciudadanos debe estar enmarcado por conductas de tolerancia y respeto, es necesario ser consciente de ello, y asumir las responsabilidades que se tienen como ciudadanos, no es posible que ante situaciones tan insignificantes, como el de ubicar residuos en los recipientes destinados para ello, haya que invertir grandes cantidades de dinero en campañas publicitarias, para poder concientizar a la gente de hacerlo. Si en algo tan básico, es necesario realizar estos esfuerzos tan desproporcionados, que sucederá frente a situaciones más complejas y complicadas. Esto simplemente permite comprender porque las noticias relacionadas con actos de violencia por intolerancia y demás comportamientos asóciales, a diario se incrementan.
“La Organización Panamericana de la Salud afirma: El principal problema de salud pública de la población colombiana son las lesiones debidas a causas externas, resultantes de la violencia que afecta toda la sociedad, a tasa de lesiones no fatales en 1995, en comparación con el año anterior, refleja el incremento en la violencia pública, la violencia familiar, los delitos sexuales, los accidentes de tránsito y otro tipo de accidentes. Igualmente reporta que en Colombia se estiman, para el 1995, un total de 1.450.845 años de vida potencialmente perdidos (AVPP) debido a muertes violentas, 67,4% (977.725) debido a homicidios”. (PAHO, 1998, p.185).
3. “CIVISMO COMO UNA CULTURA MÁS ALLÁ DE LA CONSERVACIÓN”
María Alejandra Cañizares
“Se dice que el “ser humano es sociable por naturaleza”, y se le añade, “cívico por educación”. El civismo entendido más allá de las buenas costumbres, las buenas maneras y las normas de cortesía. “El civismo en su dimensión social, es la capacidad que tenemos las personas para la convivencia, la vida en comunidad y ser parte activa de la dinámica de la sociedad. Y en su más amplia expresión, es el amor por la patria y por sus valores; que identifican una nación, un territorio y las costumbres de las gentes.”
Según el testimonio de uno de los civiles de la ciudad de Cali, se está viendo afectada la parte de la cultura ciudadana en los medios de transporte masivo, esto tiene que ver con el civismo ya que si como personas no nos preocupamos por el servicio a los demás ¿quién más lo va hacer?, claramente podemos ver esta falta de servicio y solidaridad cuando la población más joven se niega a ofrecer un lugar en dichos transportes, mostrando la descortesía y reafirmando la falta de civismo de la que carece la sociedad.
Esto va ligado al individualismo que se está manejando dentro de la sociedad, a causa de la delincuencia, asesinatos, corrupción, intolerancia, etc.; por la cual se genera un ambiente de desconfianza e inseguridad entre la misma comunidad.
Partiendo del artículo “líderes populares de la ciudad de Cali”. Algunos de estos dirigentes cívicos, piensan protestar por la falta de acompañamiento y apoyo por parte de la alcaldía municipal de Cali, incrementando estrategias ambientales que incentiven y promuevan a una ciudad limpia y bonita como lo era unos 15 años atrás, de tal manera que el ciudadano no tenga la necesidad de dañar la apariencia de la misma.
Como inicio a la falta de conciencia ambiental se debería incrementar botes de basura en cada una de las calles de la ciudad de Cali, para evitarle más daños tanto a la naturaleza como a la ciudad, en cuanto a su imagen. Retomando que la falta de civismo es la carencia de conciencia del mismo ser humano, el problema está entonces en estimular y valorar lo que se nos ha dado como sociedad, ejemplos claros están en contribuir a causas sociales, practicar las reglas de cortesía básicas, y respetar la norma.
Dobson Andrew, encargado en la preservación de la ciudadanía y el medio ambiente, plantean que “La ciudadanía ecológica se ocupa de deberes que no tienen un carácter contractual, se refiere tanto a la esfera pública como a la privada; se centra en el origen en lugar de en la naturaleza del deber para determinar cuáles son las virtudes de la ciudadanía; operan con el lenguaje de la virtud y es explícitamente no territorial. Una sociedad sostenible, por ejemplo, intenta incluir los derechos ambientales en las constituciones es una parte importante de proyecto político de la sostenibilidad, como asumir y llevar a cabo responsabilidades ecológicas.”
Saliéndonos del tema de la ecología y la preservación a el medio ambiente como cultura ciudadana y civismo, los únicos culpables y responsables del “mal vivir” es la misma sociedad pues nos hemos enfocado en mundo fácil “sin ley y sin nombre”
Esto lo afirmo un policía de tránsito de la ciudad, cuando aludía a la poca conciencia de la sociedad como principales infractores a la normatividad, forzando medidas drásticas de seguimiento y captura para los mismos, realizando un alto gasto en cámaras de seguridad en cada uno de los semáforos de Cali, teniendo que dejar de invertir en asuntos de mayor interés como lo son la educación y en la actualidad a todos los afectados de la “ola invernal”, ahí es cuando nos preguntamos ¿ qué pasa que el gobierno no interviene ni invierte en el progreso de nuestra Cali?, la respuesta está más que clara, los únicos culpables a este gran caos que cada vez coge más ventaja somos nosotros los seres humanos como ciudadanos inconscientes.
En conclusión “el civismo del que se trata aquí supera el sentido de la simple “buen educación”, ya que se trata de comprender la información del concepto de civismo y de ciudadanía desde una perspectiva ética, jurídica y política, y trasciende de las simples reglas de cortesía y de buenos modales que se han ido generando en cada época histórica y en cada cultura. El concepto de ciudadanía y de civismo que se plantea en este tema profundiza en otra dirección; en la construcción del concepto de ciudadano o ciudadana consciente de sus derechos y deberes, libre, critico, responsable, participativo y solidario.”
4. “CALI, CHIPICHAPE Y YUMBO”
Nayibeth Ortega
Nuestra ciudad se ha caracterizado a nivel nacional como modelo a seguir por ser catalogada en una época como “ciudad cívica”, reconocida a nivel mundial por la calidad de su gente, por su riqueza agrícola e intercambio de comercio.
Podemos llegar a recordar de donde surgen esas características que nos llevaron a ser reconocidos como una ciudad limpia y cívica; no obstante podemos resaltar sitios memorables y personas impulsadoras de movimientos culturales, en 1903 siglo él, Cali contaba con ”pilas de agua”, una de ellas era la de Santa Rosa y una segunda que era la pila del Crespo, eran monumentos que en esta época servían de abastecimiento de agua, puesto que la ciudad carecía de acueducto, estas pilas servían como punto de encuentro e interacción de los caleños, esta agua provenía de la quebrada de la hacienda Mamella.
En julio 22 del 2007 es publicado por Gustavo Herrera Chacón para la gaceta un artículo que hace evidente datos que hacen importante a la ciudad , por el año 1930 conforme pasaba el tiempo las pilas dejaron de ser importantes y surge un señor llamado Raúl Borrero Orejuela que fue recibidor y pagador de la tesorería de Cali, el salía a cabalgar los domingos se encontró con un señor llamado Ernesto Bustamante, escribiente en la notaria primera de Cali a tomar lo que en ese tiempo se le llamaba la “chispa”, gozaba imitando voces y hacía creer que estaban peleando varios borrachos cuando solo era él; a él se le otorgo el nombre “pellejera”, conforme pasaban los domingos Raúl Borrero llegaba con sus compinches a los dominios de “pellejera”, lo que ocasionaba en el grito de emoción llevándolo a decir que viva “Cali, Chipichape y Yumbo!”.
Durante muchos años es casual escuchar esa expresión, pero no se hace presente la curiosidad de los mismos ciudadanos preguntarse ¿Por qué? y de donde proviene, como muchas de las calles que tienen nombres de personas reconocidas y de lugares que tienen historia pero que muchos son ajenos a ella; es evidente la falta de compromiso por uno mismo, por la ciudad, la falta de pertenencia por la misma y la falta de cultura ciudadana que se hace presente unos años para acá.
Es de resaltar uno de los más importantes, si no es el que fue y seguirá siendo el más importante de nuestra ciudad, personaje que logro hacer de la palabra un factor inigualable logrando propósitos colectivos, emprendedor de campañas por sacar a Cali a delante haciendo de ella una ciudad de la mejor cultura del país; fue un líder, un guía, era ajeno a los intereses comunes de los caleños trabajaba por pasión, por una esperanza construyendo una solución y un camino, ese personaje se llamaba Alfonso Bonilla Aragón.
5. JUANCHITO
Juanchito es un corregimiento del municipio de Candelaria, departamento del Valle del Cauca, ubicado sobre la margen derecha del río Cauca, en límites con los municipios de Cali y Palmira.
Historia de Juanchito.
Juanchito es un corregimiento el cual fue poblado por habitantes de muchas regiones, aquí se asentaron familias del Tolima, Huila y de la Costa pacífica, entre otras; familias como las del señor Emiro Payan, Misael Sánchez, los Sandovales, los González entre otras que aún permanece en este corregimiento y han crecido y luchado por mantener las buenas costumbres que les caracterizaron a los habitantes de este puerto; la tolerancia, alegría y hermandad son una de las razones para aun seguir viviendo en Juanchito.
Porque el nombre de Juanchito?
En un comienzo en esta región el medio de transporte que se utilizaba era las canoas y las balsas, después se dio la navegación a vapor, en ese entonces un personaje de nombre Juan, era el encargado de trasladar a los habitantes de Puerto Mallarino a la otra orilla del Río Cauca, este era un hombre de contextura pequeña por lo cual lo llamaban Juancito. Es por eso que este corregimiento lleva este nombre ya que para llegar hasta esta población siempre se decía primero “vamos donde Juancito” y por un error de pronunciación se denominó Juanchito.
Durante el auge de la navegación a vapor sobre el río Cauca (1887-1930), Juanchito junto a puerto mallarino se convirtieron en el primer puerto sobre este río, siendo el sitio de llegada y partida de la mayoría de los barcos.
Debido a este desarrollo, la navegación atrajo el comercio y con ello se dio impulso a la migración entre regiones. A Juanchito llegaron inmigrantes de diferentes zonas, principalmente de la Costa Pacífica y del norte del Cauca, que trajeron consigo su legado étnico y cultural, conformando la tradición alegre y fiestera que caracteriza este poblado.
Las Fiestas de la Plaza realizadas en el antiguo Puerto, y las fiestas de la virgen fueron las semillas que fructificaron para convertir a Juanchito en el epicentro de la música, el baile y la hermandad.
Debido a una gran idea del Señor Larry Landa se crearon los carnavales de Juanchito estos tuvieron sus inicio en el año de 1982 y se realizaron de manera consecutiva durante aproximadamente 15 años, constituyéndose en la principal atracción para residentes y turistas que venían de todo el país y del exterior. Los eventos centrales: El Reinado de la raza negra y el desfile de carrozas desde Cali hasta Juanchito, se acompañaban con la actuación de orquestas nacionales e internacionales, concursos, juegos pirotécnicos, ventas de artesanías y gastronomía, entre otros.
Reconocidas discotecas, con amplias pistas de baile, música y espectáculos para todos los gustos, constituyen actualmente la principal oferta turística de este alegre poblado.
Se puede decir que sin Juanchito no se conocería a Cali como la capital mundial de la salsa, ya que en este corregimiento de Candelaria es donde mejor se baila, y se puede disfrutar de las mejores orquestas de este género.
Definitivamente donde mejor se goza es del puente para allá…
(http://www.maleconjuanchito.com/html/historia.htm)
Nota: Las fotografias que aparecen en esta edicion de LEE fuerón tomadas del magnifico sitio web:»Fotos antiguas de Santiago de Cali»(Facebook)